Día Nacional de la Donación de Órganos

Hoy, en el Día Nacional de la Donación de Órganos, queremos contar las historias de personas que, gracias a esta práctica solidaria y altruista, tuvieron una segunda oportunidad.

Gabriel fue diagnosticado con síndrome de Alport a sus 6 años, esta patología daña los vasos sanguíneos de los riñones. Cuando cumplió 19, su función renal comenzó a fallar y el tratamiento indicado fue la diálisis.

Hoy, a sus 53 años, Gabriel ha recibido 4 trasplantes renales y un trasplante de hígado. El 30 de mayo, en 2018, recibió el último trasplante de riñón. Casualmente y de una forma que podría ser simbólica, en el Día Nacional de la Donación de Órganos.

En una entrevista, Gabriel sostuvo: “Donar órganos involucra a muchas personas: los donantes, los familiares, los enfermeros, los médicos, los choferes que transportan los órganos. No es un milagro: son un montón de milagros.”

Desde Fundación FINAER asesoramos y acompañamos a nuestros pacientes en el proceso de trasplante. Con tu aporte mensual voluntario podemos seguir salvando vidas.

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Julio tiene 58 años. Vive con su esposa y sus dos hijos a 180 km de Formosa Capital. En 2008, comenzó a perder función renal, por lo que le indicaron hemodiálisis. El tratamiento mejoraba su salud, pero también cambiaba su vida y la de su familia, ya que tenía que trasladarse 3 veces por semana hasta Formosa Capital para poder dializarse. 

Después de 4 años de estar inscripto en lista de espera de trasplante, recibió un llamado que lo cambiaría todo: era compatible para recibir un trasplante de riñón en bloque de un donante pediátrico de dos años. Este procedimiento se realizaba por primera vez en Formosa y por tercera vez a nivel nacional. El trasplante fue un éxito y mejoró totalmente la vida de Julio, dándole una nueva oportunidad a él y a su familia. 

Andrés tiene 47 años, es camionero y vive en Santiago del Estero. Después de meses de diagnósticos errados, le informaron que tenía Insuficiencia Renal Terminal. Su madre le donó un riñón y en 2012 se realizó el trasplante tan esperado. Hoy, Andrés puede ver crecer a su hija.

“Gracias al trasplante puedo llevar una vida normal. Tengo una hija de 6 años. El mensaje es claro: por favor, es necesario donar, porque ayudan a que las personas que necesitan trasplantes mejoren su calidad de vida.”

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